miércoles, 16 de mayo de 2012

CAPSULAS PARA EL AMOR MADURO

-Para mis amigas que continúan felizmente casadas-


Después

de varias décadas juntos

he logrado de ti, la hermandad.


De tus libros

sospeché mares y arrecifes

donde perdías la brújula

y la imaginación era tu vela.


Tu decías muy poco al despertar

para dejar en tu espalda

una incógnita al revés.


Aun cuando yo

dibujara corazones en tus hombros

el periódico me ganaba la partida.


Si recordaras

tus noches de cansancio

serían en número mayor

a mis dolores de cabeza.


Por fortuna para ti

aún mis amigas

dejan el escarlata de su labial

en mi solapa.


Muchas gotas de miel

que puse en tu café

terminaron derrotadas en el fondo de la taza.


Qué tiempo

en que en cápsulas de éxtasis

y olfato de lujuria

venía la ternura complacida.


Aún murmuras

que no te comprendo.


Y hoy,

aplaudes

pero no lees mis versos

Escuchas

mis dolencias

para acompañarme al médico

Me observas

tras los lentes

para poner mi chal encima.


Según dicen

Seguimos siendo

un matrimonio ejemplar.


Rosaura Mestizo Mayorga

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